Por Derrick Broze, 2 de agosto, 2020

Publicado por primera vez en The Last American Vagabond

Conforme el mundo se acostumbra a “la nueva normalidad” a la vez que la élite depredadora convoca “el gran reseteo”, tenemos que preguntarnos; ¿hacia dónde se encamina la humanidad y quién es la fuerza motriz?

Claramente se ve que el año 2020 no ha parecido a ningún otro año en el último siglo. El mundo está luchando actualmente contra una infodemia de propaganda vomitado por los medios corporativos de comunicación y las autoridades sanitarias oficiales. Si, la gente se cansa de morir. Sin embargo, las estadísticas lo ponen claro que el COVID-19 no justifica
un cierre y confinamiento total del planeta y más destrucción de la economía.

A pesar de esto, las naciones alrededor del mundo se están aprovechando del COVID-19 como una oportunidad para agarrar más poderes estatales policíacos y de vigilancia, instituir mandatos de mascarillas y de vacunas, acelerar el empuje hacia un mundo completamente digitalizado, aprobar más rescates económicos para las corporaciones, y en términos generales aumentar el control extremo y el involucramiento en la vida de los ciudadanos. La pura envergadura de la operación COVID-19 no tiene paralelo, con el evento más reciente parecido siendo los ataques del 11 de septiembre, 2001. Tanto como los ataques del 11/9, la clase depredadora hace uso del COVID-19 como el pretexto para implementar planes y agendas que existían antes del surgimiento del nuevo coronavirus.

Aunque se parecen, la operación COVID-19 no tiene paralelo con ningún evento de la historia moderna ya que los resultados de este evento están afectando a la gente en cada nación del planeta y seguirán haciéndolo por muchos años. A diferencia del 11/9- que sucedió en el transcurso de una mañana- la operación COVID-19 está sucediendo diariamente por meses sin parar. Los efectos de este constante bombardeo de miedo y pánico están haciendo estragos entre las mentes y los corazones de la gente libre en todo el mundo. Dicho francamente, la gente está lista para que esto termine y está dispuesta a hacer casi cualquier cosa para lograr esta meta. Dentro de este espacio de incertidumbre y miedo la clase depredadora ha empezado a inmiscuirse, lista para ofrecernos “soluciones” a nuestros males.

El gran reseteo

Como lo sabe todo estudiante del poder y la decepción, la manera más fácil de lograr la victoria sobre sus oponentes es guiarlos a un destino predeterminado que beneficie a su agenda. Si se lo puede hacer al convencer a su oponente que esté tomando sus propias decisiones conscientes y que el camino a trazar es para su propio bien, pues en ese caso casi se puede garantizar el éxito. Creo que las pruebas indican que esta es la estrategia que vemos desplegarse durante la operación COVID-19.

El camino predeterminado se conoce como “el Gran Reseteo” (o gran reinicio) y se anunció a principios de junio por el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés.) Los lectores habituales recordarán que el 18 de octubre de 2019 la Fundación Bill y Melinda Gates se asoció con el Centro John Hopkins para la Seguridad Sanitaria y conel WEF para realizar un ejercicio de alto nivel que simulara una pandemia, conocido como Evento 201. El Evento 201 simuló como el mundo reaccionaría a una pandemia de coronavirus en todo el planeta. Las simulaciones del ejercicio proyectaron la muerte de 65 millones de personas, cierres y confinamientos masivos, cuarentenas y censura de perspectivas alternativas bajo el pretexto de contrarrestar “disinformación.” Hasta propusieron la idea de detener a personas quienes cuestionaron la narrativa oficial.

El lanzamiento del Gran Reseteo se apoyó Klaus Schwab, fundador y presidente del Foro Económico Mundial; El príncipe Charles de Inglaterra; Antonio Guterres, secretario- general de la ONU, y Kristalina Georgieva del Fondo Monetario Internacional. La patada de inicio fue realmente un evento internacional que contó con la participación de Ma Jun, presidente del Comité Financiero Verde de la Sociedad China de Finanzas y la Banca y miembro del Comité de Política Monetaria del Banco Popular Chino. El evento también recibió el apoyo de Bernard Looney, CEO de BP; Ajay Banga, CEO de Mastercard, y Bradford Smith, presidente de Microsoft.

Durante el lanzamiento del Gran Reseteo, el Príncipe Charles declaró que la humanidad no puede desperdiciar el tiempo porque “tenemos que colocar la naturaleza en el centro de nuestras operaciones.” Secretario-general de la ONU Guterres hizo un llamamiento para unas “economías y sociedades más igualitarias, inclusive y sustentables” que puedan hacer frente a pandemias, el cambio climático y otros desafíos globales.

En un artículo de opinión publicado en el Globe and Mail, Klaus Schwab dio más detalles sobre las metas del Gran Reseteo (énfasis añadido):

“Puede ser que los cierres y confinamientos COVID-19 se relajen gradualmente, pero la ansiedad sobre las posibilidades económicas y sociales sólo se intensifica. Hay buen motivo para preocuparse: la economía ya ha dado un bajón grave y podríamos estar enfrentando la peor depresión desde la década de 1930. Pero mientras este resultado es probable no es inevitable. Para lograr un mejor resultado, el mundo tiene que actuar en conjunto y con rapidez para reformar todos los aspectos de nuestras sociedades y economías, desde la educación hasta los contratos sociales y condiciones laborales. Cada país, de los Estados Unidos a China, tiene que participar, y cada industria- del petróleo al gas a la tecnología- tiene que transformarse. En resumen, necesitamos un “Gran Reseteo” del capitalismo.”

Schwab prosigue a describir varias crisis que enfrentan a la humanidad como las deudas gubernamentales en constante aumento, el desempleo y el descontento social. Combinado con el COVID-19, estas crisis dejarán al mundo menos estable, menos equitativo y más frágil. “Tenemos que construir fundaciones completamente nuevas por nuestros sistemas económicos y sociales,” Schwab escribió. El expone los tres componentes principales de la agenda del Gran Reseteo, específicamente unos resultados más justos en el mercado, inversiones en “igualdad y sostenibilidad,” y utilizar las innovaciones de la Cuarta Revolución Industrial.

Cuando se trata de asegurar “resultados más justos en el mercado,” Schwab hace un llamamiento a que los gobiernos mejoren su coordinación en la política presupuestaria, reguladora y fiscal. También exige la actualización de acuerdos comerciales y el empuje hacia “una economía de las partes interesadas” (de los stakeholders). Cuando él habla de la igualdad y la sostenibilidad, Schwab significa que los paquetes de estímulo económico actuales y futuros de los gobiernos se debe usar para crear un nuevo sistema que es “más fuerte y elástico, equitativo y sostenible.” También propone más infraestructura urbana “verde” y el incentivar las industrias a mejorar su impacto ambiental.

Por fin, Schwab hace un llamamiento para utilizar las innovaciones de “la Cuarta Revolución Industrial” (4IR por sus siglas en inglés) para apoyar el bien público. La 4IR es otro proyecto favorito de Schwab que se anunció por primera vez en diciembre del 2015. Sencillamente, la 4IR es el panóptico del futuro, donde la vigilancia digital sea omnipresente y la humanidad emplea la tecnología para alterar y, se espera, mejorarnuestras vidas. A veces conocido como “el internet de las cosas,” este mundo será impulsado y alimentado por la tecnología 5G y 6G.

“Supercomputadoras omnipresentes y móviles. Robots inteligentes. Carros que se manejan por si solos. Mejoras del cerebro neuronal-tecnológicas. Selección artificial genética. Las pruebas de un cambio dramático nos rodean y está sucediendo a una velocidad exponencial,” Schwab escribió para el anuncio del 4IR.

Claro está que, para Schwab y otros globalistas, la 4IR también se presta a más planificación centralizada y control vertical. La meta es rastrear la sociedad donde todas las transacciones sean registradas, donde toda persona tenga un ID digital que puede ser rastreada, y los descontentos sociales puedan ser mantenidos fuera de la sociedad por medio de los puntajes de crédito social.

De hecho, mucho de este llamamiento para un Gran Reseteo ya se está implementando. Por ejemplo, MasterCard y la organización GAVI financiada por la Fundación Bill y Melinda Gates anunciaron recientemente una asociación con una compañía de “autenticación de identidad” basada en la inteligencia artificial llamada Trust Stamp. Como informó MintPress News, “el programa, que se lanzó por primera vez a finales de 2018, presenciará la integración de la plataforma de identidad digital de Trust Stamp con el “Pase de bienestar” de GAVI-MasterCard, un sistema de identidad y registro de vacunación digital que también está vinculado al sistema hacerle-click-para-pagar deMasterCard, basado en su tecnología de aprendizaje automático y inteligencia artificial llamada NuData.

Es por eso que los lectores se mantienen escépticos cuando oyen a Schwab decir que “lapandemia representa una rara mas estrecha oportunidad para reflexionar, imaginar de nuevo y reiniciar nuestro mundo para crear un futuro más sano, equitativo y próspero.”

¿A quién realmente habla Schwab cuando habla de un futuro más próspero? ¿Hace cuánto que este Gran Reseteo está en marcha? Las respuestas a estas preguntas nos pueden ayudar a entender las verdaderas metas de esta agenda.

Como el investigador Brandon Smith informó, Christine Lagarde, presidenta anterior del FMI, ya hablaba de un reseteo global en 2014. “El reseteo se menciona con frecuencia a la vez que se habla de ideas como “el nuevo multilateralismo” o “el orden mundial multipolar” o “el nuevo orden mundial.” Todas estas frases significan lo mismo,” escribe Smith.

Smith observa correctamente que el Gran Reseteo no es una respuesta a la pandemia sino que “el reseteo global implementado por los bancos centrales y el BRI/FMI es la causa del colapso. El colapso es una herramienta, un lanzallamas quemando un gran hoyo en el bosque para abrir camino para asentar las bases del zigurat globalista.”

Nueva normalidad, mismo orden mundial

A inicios de julio, Schwab y el autor francés Thierry Malleret publicaron un libro esbozando la visión del Gran Reseteo. El libro, Covid-19: El Gran Reseteo, explora cómo se va a ver el mundo pos-pandemia. “¿Habrá suficiente voluntad colectiva para aprovechar esta oportunidad sin precedentes y re-imaginar nuestro mundo, apostando a que sea mejor y más resistente conforme vaya emergiendo al otro lado de la crisis?,” reflexionaron Schwab y Malleret. Los dos hombres creen que COVID-19 desencadenó “cambios monumentales y exageró las líneas de falla que ya acosaban nuestras economías y sociedades.” También pronosticaron que una baja en el precio del petróleo y un congelamiento del turismo podría conllevar a masivas demostraciones.

“Un camino nos llevará a un mundo mejor: más inclusive, más equitativo y más respetuoso hacia la madre tierra. El otro nos llevará a un mundo que se parece al que acabamos de dejar atrás, solo peor y acosado constantemente por sorpresas desagradables,” alegan los autores.

En el libro, Schwab expone sobre el anuncio inicial del Gran Reseteo. Una vez más él hace un llamamiento para la Cuarta Revolución Industrial y la digitalización de todo, basado en la tecnología 5G. Lo que es más, Schwab va más allá en su libro, exigiendo a que re-pensemos el “contrato social” que tiene la sociedad para con sus gobiernos.

Schwab también propone una economía verde basada en la naturaleza. En enero del 2020, el FEM dio a conocer su informe Riesgos naturales en aumento: por qué las crisis naturales importan para los negocios y la economía como parte de su serie de informes Nueva economía natural. El informe es “el primero de una serie de informes de la Nueva economía natural, preparado a través de la Agenda de Acción Natural, una plataforma que busca fomentar un movimiento de negocios, gobiernos, sociedad civil, academia, innovadores y la juventud a trastocar los enfoques de costumbre.”

Un segundo informe, El futuro de la naturaleza y los negocios, se dio a conocer en julio. De nuevo, el FEM declara que el COVID-19 presenta “una oportunidad de cambiar la manera en que comemos, vivimos, crecemos y prendemos nuestras vidas para lograr una economía neutral en carbono y “pro-naturaleza” para detener la pérdida de biodiversidad para 2030. El negocio de siempre ya no es una opción.”

En un informe complementario, el FEM profundiza en lo que significa el cambio de la manera en que comemos. “Otra serie de medidas políticas que estimularía sistemas alimentarios más eficientes en recursos supone dirigir paquetes de estímulos económicos hacia la investigación y el desarrollo para apoyar la diversificación de dietas, alejándonos de las dietas basadas en proteínas animales intensivas en recursos y hacia cuatro categorías principales de alternativos- acuático, basadas en plantas, basadas en insectos, y culturados en laboratorio,” declara el informe. Este empuje para encontrar alternativas a proteínas de animales ha coincidido con un aumento en carne imitación creada en laboratorios, incluidos los productos financiados por la Fundación Bill y Melinda Gates.

De manera interesante, el informe complementario también propone “paquetes de estimulo económico corporativos para el sector de la carne” que “podría acelerar estos desarrollos.” Por casualidad, debido al COVID-19, la administración Trump regaló $15.5 mil millones de dólares de asistencia a la industria de carne y de lácteos. Una vez más, los pronósticos y las declaraciones de estas instituciones globalistas parecen suceder en la realidad como si estuviera siguiendo un guión televisivo.

Los llamamientos para un Gran Reseteo imitan programas anteriores presentados por otras organizaciones globalistas como las Naciones Unidas. El investigador F. William Engdahl proporciona la claridad que tanto se necesita en un artículo reciente sobre el anuncio del Gran Reseteo. Engdahl observa que “la declaración por el Foro Económico Mundial a convocar un Gran Reseteo es a todas luces una tentativa encubierta de avanzar la Agenda 2030 y su modelo de distopía “sostenible,” un “nuevo acuerdo verde” global tras las medidas de la pandemia Covid-19. Sus vínculos estrechos con proyectos de la Fundación Gates, con el OMS, y con la ONU sugiere que podemos estar enfrentando un mundo mucho más siniestro después de la pandemia del Covid-19.”

Inteligencia estratégica, socios estratégicos y Evento 201

En marzo, el FEM lanzó La Plataforma de Acción COVID, la cual es fundamentalmente un llamamiento para un gobierno global como respuesta al COVID-19. La respuesta, según el FEM, es tener una mayor cooperación global, alejarnos del estado-nación y enfrentar los problemas mundiales como una sola comunidad internacional.

Junto con el lanzamiento de la Plataforma Acción, el FEM dio a conocer un gráfico impresionante como parte de su plataforma de “Inteligencia Estratégica,” que explica las varias maneras en que sus planes afectarán y le darán forma al mundo del siglo 21 y más allá. Del papel de los medios en la pandemia hasta el encontrar una vacuna, el gráfico trata de proporcionar detalles sobre este futuro planificado de manera centralizada promovido por el FEM. Le sugiero a todo lector a tomarse una noche para investigar de fondo el agujero negro que es La Plataforma de Acción COVID para entender mejor hacia dónde se nos encaminan.

Con el lanzamiento del Gran Reseteo el FEM lanzó también un gráfico de Inteligencia Estratégica, detallando cómo se van a desarrollar sus planes. El gráfico del Gran Reseteo detalla como todo- desde los drones, el blockchain, el futuro de la energía, la inclusión LGBTI y la impresión 3D- desempeñara un papel en la nueva normalidad. De nuevo, les sugiero a los lectores a profundizar en el conocimiento de este gráfico para lograr a entender con claridad lo que el FEM y sus socios tiene programado para la década actual.

El FEM se promueve como la “Organización Internacional para la Cooperación Pública- Privado.” Se asocia con una variedad de empresas privadas, centros filantrópicos y gobiernos para alcanzar sus metas. El investigador Steven Guinness esbozó recientemente cómo el FEM se asocia con varias instituciones para llevar a cabo sus objetivos declarados y cómo la plataforma de Inteligencia Estratégica “se crea en conjunto con expertos destacados de la academia, los think tanks y las organizaciones internacionales.”

“Los co-curadores son quizás el elemento más importante de destacar aquí, dada que tienen la habilidad de “compartir su pericia con la red extensa del Foro con sus miembros, socios y constituyentes y con una audiencia pública creciente,” escribe Guinness. “Es seguro asumir que cuando los co-curadores hablen, los miembros y socios del Foro Económico Mundial escuchan. Es así cómo se forma la agenda del FEM.

Como observa Guinness, los co-creadores del mapa de Inteligencia Estratégica de la visión globalista incluyen la universidad de Harvard, el Instituto Tecnológico de Massachusetts, La Universidad Imperial de Londres, la universidad Oxford, Yale, y el Consejo Europeo de Relaciones Internacionales. Varias de estas instituciones siguen desempeñando un papel influyente en la formación de la narrativa del COVID-19.

El estamento más alto de asociación al FEM se conoce como Socios Estratégicos. Sólo hay cien empresas internacionales listadas como Socios Estratégicos. Cada socio recibe una invitación si “se alinean con los valores del foro.” Estos socios “forman el futuro al contribuir al desarrollo y a la implementación de los proyectos del Foro y en abogar por el diálogo público-privado.”

Los socios estratégicos del FEM incluyen a Johnson y Johnson y La Fundación Bill y Melinda Gates. Bill Gates es “un colaborador de la agenda” del FEM desde hace mucho tiempo. Como se mencionó antes, La Fundación Bill y Melinda Gates se asoció al CentroJohn Hopkins para la Seguridad Sanitaria y al FEM para realizar el ejercicio de pandemia Evento 201 en octubre del 2019. Johnson y Johnson participó también como socios.

Como TLAV ha documentado antes, La Fundación Bill y Melinda Gates opera de manera parecida al FEM: sus metas declaradas públicamente ocultan una agenda de control global. Por eso no nos debe sorprender que Klaus Schwab, fundador del FEM, es un asistente anterior y miembro del Comité Directivo del grupo hermético Bilderberg.

El FEM en si es como un grupo Bilderberg para el público, el cual junta alrededor de 3,000 lideres empresariales, jefes de estado, economistas, personas famosas y periodistas durante una conferencia de cinco días para hablar de los asuntos globales. El FEM se junta cada año en Davos, Suiza, para hablar de su agenda. El elitismo del FEM ha derivado en que a Schwab y su clase les dan como apodo La Clase Davos.

En enero del 2021 el tema de la reunión del FEM será “El Gran Reseteo” Es importante que estemos pendientes del FEM y su empuje para el Gran Reseteo conforme nos acercamos a la elección del 2020 y una potencial invierno oscuro. Klaus Schwab, Bill Gates y su clase están determinados a presentarse como los salvadores de la humanidad. Se están aprovechando de la pandemia del COVID-19 como una oportunidad para avanzar en su agenda mientras nos la vendemos como el remedio a nuestros problemas.

La clase depredadora intenta ocultar sus verdaderas intenciones con un lenguaje florido diseñado a calmar las masas despiertas hasta dormirlas. Para estar claro, nuestro mundo existe sin dudas dentro de un paradigma no sostenible. Tenemos una desigualdad deingresos creciente, violencia policíaca, sistemas sanitarios que fallan y sistemas alimentarios insuficientes. Estos problemas existían antes del COVID-19 y la fragilidad de estos sistemas sí se ha vuelto más aparente en los últimos meses. Sin embargo, estos psicópatas preferirían que nosotros los dejaríamos en el asiento conductor mientras nos conducen hacia un futuro de control tecnocrático y al fin de la libertad individual.

Mientras que a Schwab y a Gates preferirían que la gente del mundo se rindiera a su visión, tenemos que oponernos a este empuje de centralización del poder y de la tecnología. El Gran Reseteo ya viene, y quizás, debe venir. Tenemos muchos problemas enfrentando a nuestro especie que tienen que ser resueltos. Sin embargo, la planificación centralizada, la vigilancia y la pérdida de libertad individual no son la respuesta. La respuesta es la de-centralización, optar por no participar en masa, no cumplir con y no participar en los sistemas que nos han llevado a este aprieto.

Nosotros, como personas libres, tenemos que decidir cuál camino pensamos tomar. ¿Nos mantendremos al margen y dejar que los depredadores agarren el control de todos los recursos y de todo el poder de las generaciones venideras? O, ¿nos liberaremos por fin de sus sistemas violentos e iniciar un Gran Reseteo que beneficie al pueblo, de abajo para arriba?

La respuesta depende de ti.

(Traducido al español por Paul Horner.)

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