Por qué me postulo para un cargo público como Agorista/Anarquista

Derrick Broze explica por qué se postula para alcalde de Houston y cómo esto ayudará a difundir el mensaje del Voluntarismo.

Mi nombre es Derrick Broze y soy anarquista. También me postulo para alcalde de Houston por segunda vez. Me gustaría tomar un momento para explicar esta aparente contradicción para mis seguidores que podrían estar confundidos, decepcionados o incluso enojados.

En primer lugar, permítanme compartir algo de información de fondo sobre por qué siento que este ensayo es necesario. Como se señaló anteriormente, me he identificado como anarquista o voluntarista durante los últimos 12-13 años. Esto significa que rechazo todas las formas de autoridad impuestas y busco crear un mundo donde todas las relaciones sean voluntarias y consensuales. Esto NO significa que abogue por la insurrección violenta o quiera ver el mundo arder. De hecho, todo lo contrario.

Soy voluntarista porque sé que eres poderoso, hermoso, libre y capaz de tomar tus propias decisiones y organizar tu propia vida. Reconozco que el uso de la fuerza del gobierno para imponer mi voluntad a otros es absolutamente moralmente incorrecto. Esto significa que también creo que cuando una mayoría de la población vota por algo, y luego fuerza a la minoría a vivir con ello, también está mal.

Francamente, si es incorrecto que los individuos usen la fuerza, la violencia, el fraude y la coerción entre sí, también es incorrecto cuando un grupo de individuos se juntan, se llaman gobierno y luego usan la fuerza, la violencia, el fraude o la coerción. Mal es mal.

Durante la última década, he escrito varios ensayos y producido videos dedicados a difundir el mensaje de no votar. He alentado a mis amigos, familiares y comunidad en general a reflexionar sobre si votar es en realidad un medio efectivo para expresarse, y si la política es la forma en que debemos buscar cambiar el mundo. En lugar de votar, he alentado a las personas a aprender sobre la estrategia de Agorismo, la Contraeconomía y la construcción de sistemas paralelos como solución.

Echa un vistazo a este extracto de mi ensayo “Aquí está por qué no voto”:

“Elijo no votar porque es inmoral usar la fuerza (bajo el disfraz del gobierno) para promulgar mi visión particular para el resto de la sociedad.

Incluso si no tuviera un problema filosófico con el voto, no veo a un solo candidato que represente mis valores o metas. ¿Por qué debería ser obligado a participar o ser avergonzado cuando las opciones disponibles son extremadamente insuficientes?

Elijo no votar porque el tiempo (por minúsculo que sea) que se tarda en investigar a los candidatos y votar es mejor gastarlo en otro lugar, es decir, en mi propia comunidad. Encuentro valor y resultados cuando aplico mi energía y pasión a mi comunidad local y creo soluciones que me empoderan a mí y a aquellos más cercanos a mí”.

Sigo estando de acuerdo con estas declaraciones anteriores, especialmente con respecto a aplicar mi energía a mi comunidad local y centrarme en soluciones para aquellos más cercanos a mí. De hecho, es por eso que me postulo para alcalde de Houston.

No me postulo porque crea que tengo alguna posibilidad de ganar: los otros candidatos son políticos establecidos que han recaudado más de $1 millón y tienen vínculos profundos con el Partido Demócrata, ni siquiera porque quiero ser alcalde.

En el nivel más básico, me postulo porque desde que me “desperté” por primera vez, mi objetivo ha sido educar y empoderar a tantas personas como sea posible con la esperanza de arreglar realmente el mundo. Me importa especialmente este objetivo cuando se trata de mi comunidad local.

Permítanme explicar por qué me postulo, empezando por lo más práctico.

Durante los últimos 14 años he trabajado como activista, periodista, conductor de un programa de radio y un dolor de cabeza para los políticos locales y las fuerzas del orden público. En ese tiempo, he podido ayudar a detener a la TSA de manosear a la gente en los autobuses de Houston, exponer el uso de tecnología Stingray por parte del Departamento de Policía de Houston antes de que la mayoría supiera lo que era, construir jardines comunitarios en diversas partes de Houston y denunciar las políticas fallidas y peligrosas de COVID19 implementadas por la ciudad, entre muchas otras cosas.

Durante ese tiempo he logrado efectuar cambios SIN postularme para un cargo público usando mi voz como activista y periodista. Estoy eternamente agradecido por esas experiencias como ejemplos de cómo cambiar el mundo sin elecciones.

También he pasado gran parte de los últimos 14 años como activista chocando contra una pared. Esa pared es, por supuesto, la corrupción política arraigada llevada a cabo por los políticos locales, así como sus amigos en las corporaciones y los medios de comunicación convencionales.

He asistido al Concejo Municipal de Houston para crear conciencia sobre problemas de personas sin hogar, la violencia policial, la fluoración del agua, las preocupaciones en torno a las redes 5g y otras formas de tiranía y abuso local. A lo largo de estos intentos de justicia he visto una y otra vez que las voces del pueblo de Houston son ignoradas. No estoy hablando simplemente de las formas habituales en que las voces del pueblo son ignoradas por las criaturas políticas, sino de una forma muy específica de exclusión que existe en la Ciudad de Houston.

Houston tiene la posición de alcalde más fuerte de los Estados Unidos. El alcalde puede crear el presupuesto de la ciudad, así como la agenda semanal del Concejo Municipal. Estas dos cosas otorgan al alcalde una inmensa cantidad de poder que es sin precedentes en la mayoría de las ciudades y pueblos.

Por ejemplo, cuando asistía al Concejo Municipal para hablar sobre alguno de los temas mencionados anteriormente, yo y otros oradores siempre aparecíamos al final de la reunión porque nuestro tema no estaba en la agenda oficial. Esto significa que si un alcalde no está interesado en su tema, tal vez porque le han pagado generosamente para que mire hacia otro lado, pueden ponerlo al final de la reunión del consejo, donde muy pocas personas lo escucharán y la mayoría de los miembros del consejo ya se habrán ido para el día siguiente.

Además, el alcalde de Houston decide qué temas se discutirán y, por lo tanto, qué temas tendrán la oportunidad de ser debatidos y potencialmente votados. Incluso si los 16 miembros del consejo de la ciudad, que supuestamente representan al pueblo de su distrito, apoyan un solo tema que se debe discutir o agregar a la agenda oficial, el alcalde tiene el poder último de decir sí o no. Esto crea un sistema en el que los miembros del consejo tienen que jugar juegos políticos para ganarse el favor del alcalde.

Esto no es una representación del pueblo en ninguna forma ni manera. Además, esto significa que a pesar de mis éxitos como activista y periodista, seguiré enfrentando este obstáculo hasta que cambie.

Es por eso que en 2019, me postulé para alcalde con una plataforma que pedía cambiar la Carta Municipal para quitarle el poder al alcalde y hacer que si 1/3 del consejo apoya que se agregue un tema a la agenda y se discuta, sucederá independientemente de si el alcalde está de acuerdo o no.

¿Adivina qué? La gente se identificó con la idea y la apoyó. De hecho, incluso los otros políticos comenzaron a adoptar mis puntos de vista y pedir la reducción del poder del alcalde. ¡La idea se popularizó tanto que después de la carrera de 2019, organizaciones activistas locales se unieron para formar una coalición para cambiar la Carta Municipal y quitarle el poder al alcalde! ¡Y lo lograron!

Ahora, en noviembre de 2023, además de votar por el próximo alcalde, los habitantes de Houston tendrán la oportunidad de votar para quitarle el poder a la posición de alcalde más fuerte en los Estados Unidos.

Aunque en general no apoyo la idea de votar, porque incluso si es para una victoria positiva como reducir el poder del alcalde, todavía requiere que la minoría siga los resultados, veo cómo esto es objetivamente una victoria para la libertad. En un mundo perfecto donde las personas participan activamente en sus comunidades locales, quitarle el poder al alcalde aseguraría que las voces de los habitantes de Houston sean escuchadas. Tal vez una idea así incluso sea adoptada por ciudades y pueblos más pequeños.

Otra razón por la que me postulo es para usar la plataforma para difundir EL MISMO MENSAJE que he estado compartiendo durante la última década.

Aunque estoy orgulloso de mi trabajo como periodista y activista, tuve que luchar por cada minuto de tiempo en los medios y la cobertura de noticias que recibí. A menudo, los medios me entrevistaban con una sonrisa solo para luego hablar mal de mí en la televisión y la radio local.

La verdad es que “Derrick Broze, periodista local” no tiene las mismas oportunidades de hablar con la gente de Houston que “Derrick Broze, candidato a alcalde”. Lo odio. Detesto el hecho de que la gente quiera hablar conmigo solo porque he llenado algunos documentos gubernamentales y estoy jugando el juego político durante 8 meses. Pero es lo que hay.

Como candidato a alcalde en 2019, fui invitado a hablar en residencias de ancianos, escuelas secundarias, barrios ricos y pobres, grupos republicanos y demócratas, organizaciones activistas, programas de televisión, programas de radio, periódicos y demás. Esto me dio la oportunidad de hablar sobre la descentralización, la localización y la eliminación del poder del alcalde ante una audiencia que no me conoce ni conoce mi trabajo, y que no me encontrará en Odysee o Bitchute.

En resumen, esta es una de las mejores formas de llegar a personas “normales” y “promedio” que no prestan atención a los problemas sobre los que escribo.

Además, por loco que parezca, creo que postularme para un cargo público en 2019 me ayudó a convertirme en un mejor anarquista/agorista. Esto se debe a que me desafió a pensar en soluciones que no implicaran nuevos impuestos o más burocracia gubernamental, y en cambio se centraran en formas innovadoras de reducir el gobierno y darle voz al pueblo.

No estoy haciendo una campaña de broma. Quiero que se me tome en serio para que reciba invitaciones para hablar con grupos y medios locales. Para hacer esto, tengo que tener respuestas más allá de simplemente gritar “¡Que se joda el gobierno!” o “¡La tributación es robo!”. Tengo que ser capaz de responder a los houstonianos cuando me pregunten: “¿Cómo vas a abordar las inundaciones?” o “¿Cuál es tu plan para reducir la delincuencia?”. Y quiero ser capaz de hacerlo manteniéndome fiel a mis valores y principios. A veces es un desafío, pero es uno que he disfrutado hasta ahora.

Echa un vistazo a los temas de mi campaña y verás que solo intento acabar con programas gubernamentales dañinos y costosos y darle voz al pueblo en los muchos temas que les afectan.

Para resumir: estoy postulándome para alcalde de Houston porque (1) hay obstáculos que no puedo superar como activista/periodista, (2) abre puertas para que llegue a nuevos corazones y mentes, (3) soy capaz de correr círculos intelectuales alrededor de los demás candidatos y perforar agujeros en su ilusión de autoridad, y (4) nunca ha habido un momento más importante para despertar a la gente.

No espero que todos ustedes comprendan o les importe. Eso está bien. Puedes ignorar la campaña y después de noviembre fingir que nunca sucedió. De cualquier manera, postularme para un cargo no me impedirá producir periodismo investigativo o documentales, entrevistar a personas inspiradoras o denunciar la corrupción donde la vea.

Esta es simplemente mi última intento de cumplir mi misión de llegar a tantas personas como sea posible, especialmente en nuestro momento más crucial donde Agenda 2030 y The Great Reset se avecinan en el horizonte. Estoy haciendo todo lo posible para abrir un camino alternativo para la humanidad. Lo hago con mi periodismo, mi activismo, mi oratoria pública y, ahora, lo hago nuevamente como candidato a alcalde de Houston.

Estoy postulándome porque soy el único en esta carrera dispuesto a renunciar al anillo del poder. Lo estoy haciendo porque creo que difundir el mensaje del agorismo y el voluntarismo es tan importante que incluso estoy dispuesto a gastar mi tiempo y energía yendo al pozo de la política para llegar a nuevas personas.